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sábado, 4 de septiembre de 2010

...los preliminares

Elena:

Hola queridos lectores,


Soy Elena, la otra mitad de esta historia…

Erase una vez, una pareja, una pareja no muy estándar he de añadir, que deciden mejorar su vida profesional y enriquecer la personal convirtiendo parte de sus sueños en realidad: Trabajar en otro idioma, con otra cultura, creando y ayudando a mejorar otros lares, Oriente Medio, donde el conocimiento no ha llegado a la misma vez que al otro lado del reino de Occidente.

Para ello, muy lejos de cómo se narraría en un cuento de hadas, había que hacer papeles y más papeles: papeles de permisos de conducción internacional, permisos de visado, contratos civiles (o matrimonio…) y un sinfín de plantillas a rellenar que nos han permitido conocer muy gratamente lo más profundo del sistema del funcionariado cartagenero, español y árabe (y lo que nos ronda).

Como dato más significativo, está el hecho de cómo YO, UNA MUJER, puede entrar en el país y en el mercado laboral (uhhh qué osadía): o elijo estar relacionada con formación o con sanidad…y por supuesto, y debido a mi cargo de respondable, siempre dentro del cargo de responsable de la sección femenina de la empresa.

Y así ha sido: responsable del area de conocimiento de la sección femenina.

Mi duda, ¿Cuándo me tenga que comunicar con “la sección masculina”, tendrá que ser por medio de una ventana tipo gasolinera de después de las 24:00h?

En fín, esta parte ya os la contaré más adelante.

Por el momento, escribo esto desde el sofá de mi casa en mi Cartagena natal, tomando un licor, y escuchando música mientras saboreo un cigarro (todo prohibido allí donde vamos….) .

Tengo mil ideas en la cabeza sobre el estilo de vida que allí nos depara, pero, creo que prefiero quejarme más adelante….cuando realmente tenga fundamento y conocimiento.

Estoy deseando entender porqué si el trato que tienen denigrante hacia la mujer, fuera hacia una raza, ¿la negra?, las Naciones Unidas se echarían a la calle…pero siendo la mujer….no. Bueno, bueno, que me enzarzo y ya os digo que prefiero esperar a entender un poco más todo. De momento, estoy leyendo el Corán…a ver si me aclara algo!

Sé que lo vamos a pasar bien, se que va a ser una experiencia inigualable, sé que no vamos a morir allí, y sé que sólo me imaginaba viviendo esto, acompañada por el mejor de los aventureros posibles en la faz de la tierra: La otra mitad de este blog, Antonio.

Sé que vamos a echar de menos a nuestros amigos, a familia y ellos a nosotros, pero sobre todo mis padres, sé que van a ser capaces de ver más allá de los km que nos separan y van entender esto como una oportunidad para mi y si ellos quieren para ellos.

....Nos vemos ¿en los bares?

¿como nos vimos involucrados en esta aventura?

Antonio:


Toda mi vida soñé con trabajar y vivir en el extranjero.
Me encanta viajar, conocer, y sobre todo integrarme allá donde voy.
Pero nunca pensé que mi oportunidad llegaría ahora, y a un país en el ..otro mundo.

Como muchas veces, es el trabajo el que nos arrastra.
Aquí en España, en mi trabajo, las cosas no van bien. Estaba obligado a dar un salto. Y pronto.
En Europa en general las cosas no van bien. Las oportunidades no abundan, y los salarios han caído muchísimo.
Me refiero a los salarios en el sector privado. A los salarios de los directivos.
Los funcionarios ven una aberración que les bajen el sueldo un 5%.
Para cualquiera es un palo perder un 30, un 40 o un 50% del salario. Y eso es lo que está ocurriendo con los directivos en Europa.
Si, puedo seguir teniendo un buen sueldo, pero difícilmente el que tenía. Y como todo el mundo, mientras las cosas iban bien, nos hemos subido en un montón de obligaciones como la hipoteca y algunas otras.
Además mis hijas comienzan ahora la Universidad, y son muy buenas estudiantes, y sobre todo personas.
Tienes la obligación de poner a su alcance lo máximo de lo que puedan aprovecharse en su formación, porque además, ellas se van a enfrentar a un mundo profesional, y social, seguramente incluso más difícil que el que hoy tenemos.

Total, que hay que apostar.

Pero para mí no es un trauma la emigración. Es un proceso natural, y por mi deseado toda mi vida.
Pero efectivamente, para irte, dejas muchas cosas atrás. Y no es del todo fácil. Aunque si ilusionante.

En fin, que buscando buscando, tropecé con la oportunidad de ir a trabajar a Riyadh (Riad para los amigos), capital del Vaticano musulmán, Arabia Saudí. País dirigido por el Custodio de los Santos Lugares del Islam, el Rey Abdullah.

Mis sueños se me ponían a la mano. Pero aún había dos dificultades. Una el país de destino. La otra mi amor.

Arabia Saudí no es el país más cómodo del mundo, ni más apetecible para un occidental. Y no quiero decir occidental en la forma de vestir, divertirte, beber,... Sino occidental en la forma de pensar. Aquello es una cárcel intelectual para nosotros. Y yo no me siento un masoquista.

La otra dificultad, el amor.
Resulta que esta oportunidad me coge completamente enamorado. Enamorado de alguien que no estoy dispuesto a dejar atrás.
Entonces tenía dos opciones: o Helena me acompañaba, o me quedaba aquí.

Hablando hablando, resultó que se podía plantear también una oportunidad de trabajo para ella. Y una buena oportunidad. Tanto como lo significaba para mí.

Hemos hablado mucho. La oportunidad profesional es magnífica. Pero a nivel personal, irnos allí va a suponer sacrificios para ambos, y sobre todo para ella.
Para la mujer, Arabia es “especial”. Empezando por dos cosas: no podrá conducir, y ha de ir vestida de negro de arriba abajo, permanentemente.

Ella es valiente. Y además joven.
Tres años no son nada en su vida, y esta oportunidad le coge en una muy buena edad.
Cuando volvamos, ambos tendremos una experiencia internacional, y en una zona del mundo difícil, pero en auge, que nos potenciará mucho a los dos.
Y personalmente será no siempre fácil, pero nos enriquecerá.
O al menos así lo vemos, y nos vamos.

Bueno, dije antes lo de conducir y lo de vestir de negro. Pero hay una cosa mucho más divertida: tenemos que casarnos para poder ir juntos.
No pensábamos hacerlo. De hecho, vivimos en un país “occidental” donde hacerlo o no es absolutamente indiferente.
Pero en Arabia para que una mujer pueda ir acompañada de un hombre, éste ha de ser su padre, su hermano o su marido. Y así ha de ser para vivir bajo el mismo techo.
Divertido, ¿verdad?.

Pero los dos coincidimos respecto a esto en dos cosas: un trámite mas no nos va a limitar en una buena oportunidad profesional; y nos amamos. No nos importa demasiado casarnos.
Y allá vamos. El 8 de Agosto cerré en Riyadh el contrato, el 8 de octubre nos casamos, y el 15 nos vamos al otro mundo.
Y más felices que unas pascuas.

Solo un pequeño comentario más para esta primera entrada inaugural de un blog que intentaremos entre los dos hacer ameno e interesante.
Antes de ir a Riyadh por primera vez, hace unas semanas, leí que ya se habla de la sucesión del Rey actual. Y yo pensé que bueno, si accedía al trono un rey más moderno las cosas irían cambiando.
Después de dos días allí, pienso que si llega un rey más moderno y trata de cambiar algo, lo capan.
Su cultura empapa toda la sociedad. Creo que necesitan 500 años más para cambiar.
Pero tampoco vamos nosotros allí con la intención de cambiar nada.
Iremos, nos adaptaremos, nos integraremos, respetaremos, trabajaremos y seremos remunerados por ello. Y nos abrirán un mundo profesional y personal mucho más ancho del que teníamos. Así que se lo agradeceremos.
Y aprenderemos a destilar alcohol en casa, y montón de cosas más.

Solo me voy con una preocupación. Que Helena se sienta bien.
Y con un lamento. A mis hijas las voy a ver poco.

Para mi primera entrada va bien con lo dicho. Seguiremos en contacto.

Seguidnos en este blog. Os informaremos, os contaremos y os divertiréis.

Antonio
El aventurero