miércoles, 8 de diciembre de 2010

Van pasando los días.......

Van pasando los días. Hoy hace un mes que llegue a Arabia. Hoy hace dos meses que me case con mi Helenica, y todavía no está aquí.
Sus papeles están siendo una lucha. Chocan muchos trenes. Es mujer, tratamos de obtener un visado de visita, la visión conservadora de algunos, la burocracia Saudi. En fin, por lo menos hemos conseguido mojar de nuestra parte al Consejero Delegado de la empresa, y ahora los dos tenemos esperanzas de que en unos días todo se resuelva. Ya contaremos.
Mientras tanto a mi me ha llegado el visado definitivo. Me cuentan otros españoles que les suelen tardar de 6 a 12 meses. Parece que he sido afortunado. Pero para mí la fortuna es que se cumpla lo que nos ofrecieron, se comprometieron, y Helena y yo decidimos: estar juntos.
Pero bueno, eso será muy pronto, y lo contaremos.
Pero yo quería hacer hoy una entrada divertida y me voy a volver a referir a las “cosicas” que me voy encontrando por aquí.
La verdad es que ya estoy bastante “suelto” por aquí. Menos agobiado. Las dos primeras semanas fueron horribles. Agobiantes. Sentía una ansiedad, inquietud, preocupación, dudas, que me hacían muy agobiante la llegada.
Pero ya conduzco como los de aquí; encontré un navegador que se ha convertido en mi amigo inseparable; ya se cruzar la ciudad incluso sin él; no me agobian tanto las señales en árabe; se llegar a la oficina en media hora; estoy en un pequeño apartamento, pero mucho más confortable que el hotel; me cocino un poco; etc, etc. Vamos que a todo se acostumbra uno/a. Sin que ello no quiera decir que se echan de menos muchísimas cosas.
Y ahora os cuento una serie de curiosidades de estas tierras.
Lo que más me llama la atención cuando visitas un supermercado es el lineal de Kleenex. Si, si, el lineal. En todos te encuentra un lineal completo de pañuelos de papel, en formato cajas de 500, como esas que ponen en los hoteles. Y la marca Kleenex barre.
Además te los ponen en todos sitios. Me los reponen en el despacho, en el coche. Me llenan el apartamento, antes el hotel. En cualquier taxi o coche te los encuentras a tu disposición.
La verdad es que he tratado de buscar la explicación y no la veo clara. En la época de calor, de mucho calor, lo puedo entender. Pero ahora no tanto. Pero sigues viéndolos por todos sitios. Y la verdad es que no veo a la gente como los usan (salvo secarse el sudor cuando el calor).
Me voy a comprar gel y champú por primera vez. Y leche me llama la atención que los champús son casi todos de litro, o envases grandes y los geles son de 250 gr. Bueno será este supermercado un poco pijo.
Cuando lo busco en otro, lo mismo. Y ostras, yo quiero un gel grande de litro, porque gasto mucho más que champú, y un envase pequeño de champú. Pero nada, lo mismo. Y en el siguiente y en el siguiente. No he conseguido ver un envase de gel de 750 gr o un litro.
Y tampoco lo entiendo. Alguien me sugiere una explicación?? Total que uso champú de litro y gel de 250 gr.
Cuando sales del supermercado, lógicamente te atiende un cajero, pero al final de la caja, donde recoges las cosas, te encuentras a un tío cogiendo tus cosas y metiéndolas en bolsas. La primera vez le quite la bolsa de la mano con cara de mala hostia. Luego resulto que trabaja para el supermercado. En cada caja hay un cajero, y otro llenando las bolsas. En todos los supermercados. Menos mal que el otro no se lo tomo a mal. Me debió ver cara de occidental.
Por cierto que aquí no hay monedas, son todo billetes. El más pequeño de 1 saudí riyal, osease 20 céntimos de euro. Así que siempre llevas un fajo de billetes que te sientes un mafioso.
Siempre se ha dicho que en Murcia tenemos una cultura muy “ostentosa”, nos gusta ensenar lo que tenemos, lo bueno claro. Nos gusta aparentar. Ensenar el Mercedes aunque luego no pagues las letras. Sabéis de donde nos viene esa “cultura”?
Aquí te puedes encontrar un coche con dos o tres o cuatro anos, y no les han quitado los plásticos a los asientos. Por cierto que en Europa nunca he visto los asientos con plásticos ni cuando los transportan nuevos. Pero aquí los entregan con los asientos sellados con plástico, y no se lo quitan mientras aguantan, para mostrar que “acaban de comprarse un coche”.
Fijaos en los transportes de coches. Muchas veces llevan normalmente en una ventanilla lateral una etiqueta grande con un código de barras y algún código (de la fabrica). Pues tampoco se lo quitan.
Lo que no quiten el plástico lo entiendo porque es fresquito para el calor. Pero lo del código, no lo pillo.
Y una última duda. Vivo en una ciudad de 5.000.000 de habitantes. Llevo aquí un mes. Invierto un montón de tiempo en la carretera, calles y avenidas. Pues todavía no he visto un coche mortuorio. Donde los llevan? Se muere esta gente o no se muere?
Total que yo he llegado a la conclusión de que los llevan sentados en el asiento del copiloto, y en algún sitio que todavía no he visto, les abren la puerta y los tiran. Si no, no se entiende.
Continuara…
                                                                       Antonio, el que echa de menos a Helena.

domingo, 5 de diciembre de 2010

El maravilloso mundo del SKYPE


Desde la lejanía, este sistema, gratuito y de fácil acceso Skype, nos permitió sentir cerca a los que fisicamente no lo están.
¿Cuántas cervezas virtuales habrán servido de ayuda a los que se sienten más sólos?
¿Cuántas relaciones se mantien gracias a estos sistemas?
¿Qué nuevas sorpresas nos deparará la tecnología en la próxima década?
¿Qué explicación tiene que las comunicaciones lleguen a todo el mundo, y que no se utilicen para el desarrollo?

Elena. Aún desde España..........

martes, 16 de noviembre de 2010

Du yu espik inglis en Arabia

Empecé a estudiar inglés muy tarde, a los 35 años. Pero desde entonces he dedicado mucho, mucho tiempo a tratar de defenderme con él.
Busqué profesores nativos, fui a Inglaterra a un par de cursos, y mucho esfuerzo personal.
Mi gran logro es que para que me contrataran en Arabia, tuve una entrevista final con el Consejero Delegado de nuestro socio árabe, que resulta ser un sudafricano con pasaporte italiano. Es decir, nativo en inglés. Y después de dos horas a solas, bingo: me contratan….YA PUEDO DECIR QUE SE INGLES!!!!!!!!!!!
Y una leche!.
El 80% de la gente con la que me he relacionado, y así va a seguir siendo, son indios (de la India. Aunque por lo que hablan bien podían ser de los otros).
La proporción de indios entre los mandos intermedios, y algunos altos, en todas las empresas, y personal de hoteles, es de más del 60-70%.
Que habla esta gente? Qué idioma les han dicho que era lo que aprendían? No entiendo nada. Es como si tuvieran una caca en la boca y trataran de hablar Sanscrito.
Quien va diciendo por ahí que los españoles somos malos para los idiomas? Pues tela con estos.
Y yo a Inglaterra a estudiar!. Iluso. El próximo tengo que hacerlo en la India.
Es que no entiendo ni cuando me piden si quiero un café. Espero que solo sea cosa de unas semanas.
Lo mejor, es que ellos se creen que hablan inglés.
Realmente es una aventura moverse por el mundo. Y si miras el mundo con los ojos abiertos, a pesar de los ratos de calamidades, es una maravilla.
Antonio el poliglota

Comer en Arabia

La comida, si no tienes acidez ni ningún problema de estomago, está bien. La cocina árabe es muyyyyyyyy diversa. Y además encuentras cualquier tipo de comida asiática, con lo que la diversidad aumenta mucho más. Y como no, la basura americana y asiática.
Ningún plato es soso, salvo el arroz blanco que te ponen muchísimo.
Y además todo lo relacionado con comida en restaurantes es bastante más barato que en España.
Tres Mc menús completos, con patatas fritas y Coca Cola, 9 euros. Es decir, a 3 euros/u.
Un buffet libre en un hotel de 5 estrellas: 20 euros.
Un primero, segundo, tercero y postre en un restaurante de carretera: 3,5 euros.
Bueno, lo de la carretera lo he llamado restaurante por ser condescendiente. Suele haber caca que no se si el carbono 14 podría datar. Los “lavabos”, una vez que saca los pies el que va delante, son un vomitorio. (al wc no entré). Los indígenas, todos descalzos, comiendo encima de las alfombras que rodean el interior del lugar (Dios, como están las alfombras?). Y menos mal que dios nos dio el dedo índice para señalar, porque has dicho spik inglis? Tararí.
Por supuesto ninguno nos atrevemos con nada guisado, y con caldo, y pedimos “pollo barbaquiu”.
Nos ponen el barbaquiu encima de un montón de arroz blanco, y una bandeja de pan árabe (que a mí me encanta). Y yo esperando los cubiertos. Ja!
Y los otros españoles que me acompañaban riéndose. Si, si, cubiertos. Estos amigos son especialistas que vienen a colaborar en el proyecto que estamos ejecutando y ya llevan por casa-dios unas semanas.
Así que allá donde fueres, haz lo que vieres, y coges un trozo de pan, tipo pita, se lo tiras encima, y a tratar de arrancarle un pedazo al pollo de las narices. Y como no puedes, pues con la mano a pelo.  Y que gusto chuperretearse los dedos. Y nada, después de comer, otra vez al “lavabo”. Y me pregunto, tendré que lavarme los pies después de comer? O es solo antes?
En fin, una vez que pasa por el fuego, todo se desinfecta (hablo del pollo).
Pero en la capital, lógicamente, no hay problemas.
Y por decir algo más sobre precios, una lechuga iceberg en un supermercado cuesta 5 euracos. De ahí que la agricultura tenga futuro por estos lares.
PD: ayer me tome un bocata en “pan’s and company”. Rico, rico.
Y tambien es verdad que en una semana he perdido 2 kg y medio, y no he hecho duro desde que llegué.
Antonio el valiente

Orientarse en Arabia

Orientarse? Y eso que es?
Es verdad que las arterias principales de la ciudad, y algunas señales en las carreteras están en cristiano, pero el 90% están en árabe. Y a mí el dibujo se me daba fatal.
Ni puñetera idea de donde estoy. Cierto es que nadie aparece en el periódico porque se haya muerto mientras buscaba una calle. Pero tela. Ya os contare dentro de unos meses, pero por ahora cuento mis primeras excursiones solo.
Allá voy yo a comprarme un navegador, y lo primero que constatas es que no venden en ningún sitio, que ningun coche lo lleva. Te cuesta remover cielo y tierra para encontrar un gran almacén donde tienen dos modelos de “Garmin”.
Me cago en la madre que parió a Garmin.
El primer día solo, un compañero me lleva a donde estamos ejecutando nuestro primer proyecto a 150 km de la capital; yo siguiendo su coche. Y hasta ahí, bien. Llegamos. (El sabia donde iba).
Cuando voy a grabar el lugar en el navegador, no tiene batería (aunque lo había dejado toda la noche cargando). Otra vez remueve lo que no está escrito para encontrar un cable apropiado para la pared y el aparato. Y esto donde Cristo perdió el gorro.
Pero toma!, en la gasolinera a 1 km, hay un almacén, que no es chino, en el que tienen de todo. Y encuentro el cable. Y cargo el parato.
Todo contento para volver, ya solo, el navegador no indica nada. Ni las carreteras del mapa coinciden con lo que yo veo, ni indica dirección alguna, ni nada. Total que me pierdo a 20 km de la finca, en “Al Kharj”. Y empieza a preguntar.
En la capital (en el centro) realmente muchísima gente se maneja en inglés, cualquier dependiente, y casi cualquiera en la calle.
Sabéis cuanta gente habla inglés en Al Kharj?
Sabéis cuanta gente habla inglés en las afueras de la capital, incluyendo taxistas?
Si os digo que tarde cuatro horas y media para un viaje de una y media, lo adivináis?
Pues eso. Que agobio. Que desesperación. Que sensación. Que emoción ver el hotel y besar el suelo.
A puntico de ser el primero que sale en los periódicos por morir en mitad de la calle mientras intentaba encontrar su hotel.
Las señales en árabe. Nadie me entendía nada. Yo no entendía nada. Y yo sin saber que estrella seguir para orientarme.
Y respecto a los números, todos pensábamos que los que nosotros utilizamos los trajeron los árabes, que sustituyeron a los romanos.
Y entonces de donde narices han sacado estos que usan aquí? Son garabatos.
Por suerte, el primer día ya vi el percal, y me percate de que las matriculas llevan los números duplicados, en cristiano y en no sé qué. Así que taxi para allá, taxi para acá, me aprendí en un ratico los garabatos, y ese tema ya lo domino. Incluso los escribo, y leo de cuánto son los billetes al tirón.
Lo más importante de todo esto, aparte la anécdota, es que es muy conveniente, si no eres sirviente en un hotel, aprender algo de árabe. Por lo menos para preguntar y entender respuesta simples, y poder leer los nombres de las malditas calles o carreteras.
Así que en cuanto llegue mi amor desde España, nos pondremos a ello.
Antonio el deseperado

Excursión con un coche de 11l /100 km de consumo

Don’t worry!
Be happy!
-…Por favor, chico, llena el depósito. De la mas cara. (Lo de “por favor” es porque somos occidentales, y mejor no perder las buenas costumbres).
66 litros, y le quedaba un cuarto de depósito! …pedazo depósito lleva esto!
-Cuanto se debe? Buen hombre.
-40 saudís Riyads
Tiro de calculadora y “7,7  euros”. Toma ya. Estoy por beberme la gasolina para echarle otra vez y disfrutar.
Aquí apenas existe el diesel. La gasolina de 91 octanos a 0,45 SR (Saudí Riyads), es decir a “8,5 cts de euro/litro”. Y la de 95 octanos a 0,60 SR = 11,5 cts de euro/l. Guay, ennhhhh?
Y porqué aquí de 91 y 95 octanos en lugar de 95 y 98?. Quién sabe? Aquí todo es diferente. Esto no es otro mundo. Es el otro mundo.
Antonio el aventurero

Conducir en Riyadh

Todos hemos oído hablar de cómo conducen en Italia, en Marruecos, en Egipto…
Bueno yo no he estado en Egipto, pero añadir Arabia.
Los carriles que marcan en las avenidas son solo una orientación. Es decir, si hay tres carriles caben como unos cinco coches. Pues ellos aprovechan el arcén y meten seis. Conducen a milímetros unos de otros. Te pasan por todos lados. Continuamente te van pitando para pasarte aunque sea físicamente imposible.
El tráfico es horrible. Reíros de Madrid, Barcelona o Paris. Ayer fui a coger un taxi, y como me sabía algo del tema, anduve por lo menos dos km, más rápido que los taxis, para ahorrarme media hora de taxi. Eso sí, los taxis son baratos. Por 5 euros te cruzas la ciudad de punta a punta, incluyendo 40  minutos de atasco en que no avanzas nada.
Y hablando de conducir, el jueves 11 me entregaron el coche que voy a utilizar aquí. Pase un mensaje al facebook de mis amigos diciéndoselo, y de risas comenté que a ver cuánto tardaban en rallármelo. Pues bien, 28 horas después, el día 12, tuve mi primer accidente en Riyadh, por suerte sin heridos humanos.
Solo a un extranjero aquí se le ocurre pararse en un semáforo cuando está en ámbar. Claro que depende de a que extranjero. Porque al filipino sin carnet que venía detrás ni se le ocurrió. Total que se empotro debajo. Suerte que llevo el coche insignia del país: un Toyota bien grandote, y este ni se enteró. Pero el probrecico del filipino se quedo sin Hyundai; bueno la compañía de alquiler.
Qué número! Había leído y sido aconsejado, de que si tienes un accidente ni se te ocurra mover el coche, se quede como se quede. Y el pobre filipino también. Total, que dejamos los dos coches en el carril central de una avenida de tres carriles (léase 5 coches y pico a lo ancho) donde la genta pasaba a mas de 100 km/hora.
Mi compañero José María, literalmente estaba acojonado de donde nos habíamos quedado y no sabía dónde meterse. Al filipino no se ocurre otra cosa que dejar la familia dentro, con el peligro inminente de que se empotraran siete coches más por detrás. Me costó media hora que sacara a la familia.
Bueno y nos ponemos a “intentar” llamar a la policía (al 993). Comunicando más de media hora. Cuando al final conseguimos hablar con ellos nos dicen “coming in”, osease: vamos. Lo mismo nos dijeron 15 minutos después. Y lo mismo otros 15 minutos después.
No paso por la zona ni un solo coche de policía, en el centro de Riyadh. Bueno, miento, paso uno pero se hizo el longuis. Era ya tarde para tener que trabajar.
Por cierto que hago un inciso. Este es un país de los que llamaríamos bastante seguro. En materia de delitos o atentados.
Pues no sé como lo hacen porque apenas se ve policía.
Volviendo al tema, a la hora del accidente (allí todos asustados escondiéndonos detrás de los semáforos) llegó el hermano del filipino. Y ya con él, a la hora y media más o menos negociamos marcharnos los dos. Total, él no tenía nada que hacer. Y nos marchamos.
Que rato! Tres días en Riyadh y esperando a la policía: Hablaran inglés? Como nos trataran? Dormiremos en comisaria?
Y yo como documentos del coche con un papelote firmado y sellado por la empresa por todas señas. Claro con estos pensamientos me digo, pues llamo a la embajada, a lo mejor tienen un servicio de emergencias (eran las 10 de la noche). Pues si, a lo mejor. Pero no.
Y mi compañero resulta que de pronto se acuerda de que lleva el teléfono de “emergencias” del ministerio de Asuntos Exteriores para cuestiones consulares, es decir, españoles en apuros en el extranjero. Llamo emocionado, y …. un contestador. Toma ya. Aun así dejo un recado pensando que por lo menos por la mañana me sacarían de chirona. Os han llamado a vosotros? Pues a mí no.
Por cierto, que pasa en España si hay un accidente? Cuanta gente se congrega? Pues aquí ni Dios. Ni el más mínimo caso. Como el que oye llover. Si hay muertos que los entierren.
Antonio

YA ESTOY EN RIYADH

Aunque he de decir que sin mi media naranja, o debería decir sin mi corazón.
El asunto del papeleo aquí es complicado. Finalmente he venido a los tres meses de que aceptasen mi candidatura en el trabajo, y todavía no tengo mi visado definitivo. He tenido que venir con un visado de visita.
No digamos la dificultad para una mujer de entrar aquí, con lo que Helenica se ha tenido que quedar todavía una temporada más en España.
Hago esta entrada a una semana ya de haber llegado aquí (llegue el 7 de noviembre), y la verdad es que ya es tarde. Me han pasado tantas cosas que me temo que ahora las relatare un poco desordenadas y seguro que se me olvida alguna. (Perdonad también la falta de algún acento, pero lo que no haga el corrector solo yo no puedo hacerlo. (Tampoco tengo acentos en el teclaco ni "ñ").
Helenica me acompañó al aeropuerto, y aquí podéis ver los 67 kg mínimos de equipaje para un emigrante.
El viaje fue bien y aterrice en Riyadh vía Amman. Me acompañaba mi compañero José María que ha estado conmigo los primeros 5 días. Cosa que se agradece.
Lo primero que hice al presentarme en la empresa al siguiente día (el de mi cumpleaños) fue preguntar por como iba mi contrato y visado definitivo. Respuesta: para que lo quieres, si ya estás aquí trabajando? Contra respuesta: hombre!, no puedo abrir una cuenta bancaria, y no puedo buscar casa. Respuesta: aahhhhh!!! Pues en cuanto volvamos de las vacaciones lo ponemos en marcha y en pocos días lo tienes.
Las vacaciones son la Fiesta de la Peregrinación, que este año son del 11 al 19 de noviembre, y son muy equivalentes a nuestra navidad. Imaginaros cualquier trámite en un ministerio español en navidad. Pues eso.
Otro problema es que mientras yo no tenga permiso definitivo no puedo reclamar a Helena, vía alternativa a la de que la contraten directamente que es bastante largo, para la gente de aquí. Eso sí, preguntes lo que preguntes siempre te responde “mu fin musilla” = “no hay problema”.
El problema con todo esto y mucho más, no es ya solo la burocracia del país, sino la gana de trabajar del personal saudí. Y resulta que el Responsable de todo esto es saudí. En toda la empresa no habrá más de unos poquitos saudíes, hay gente de un montón de países, pero mira, este es saudí, y tela con los saudíes trabajando. Resultado, el día 19 tengo una reunión con el jefe máximo de la empresa para empujar.

Ya había visitado Riyadh en dos ocasiones, y en consecuencia ya me había llevado el shock, sobre todo del trato a las mujeres.
En los restaurantes hay zonas de familias, y de “singles”. En los de tipo McDonald, hay un biombo para separar las mujeres de los hombres al pedir. El 90% solo llevan visible los ojos. No pueden hablar con hombres, salvo con su marido, hermano o hijo, o si el marido le da permiso. Y ya sabéis que no pueden conducir.
No consigo entender como es este el único país con estas condiciones.
Me da un poco de miedo por Helena. Aunque en su momento lo analizamos, va a ser duro. Pero lo superaremos juntos.
Antonio

sábado, 4 de septiembre de 2010

...los preliminares

Elena:

Hola queridos lectores,


Soy Elena, la otra mitad de esta historia…

Erase una vez, una pareja, una pareja no muy estándar he de añadir, que deciden mejorar su vida profesional y enriquecer la personal convirtiendo parte de sus sueños en realidad: Trabajar en otro idioma, con otra cultura, creando y ayudando a mejorar otros lares, Oriente Medio, donde el conocimiento no ha llegado a la misma vez que al otro lado del reino de Occidente.

Para ello, muy lejos de cómo se narraría en un cuento de hadas, había que hacer papeles y más papeles: papeles de permisos de conducción internacional, permisos de visado, contratos civiles (o matrimonio…) y un sinfín de plantillas a rellenar que nos han permitido conocer muy gratamente lo más profundo del sistema del funcionariado cartagenero, español y árabe (y lo que nos ronda).

Como dato más significativo, está el hecho de cómo YO, UNA MUJER, puede entrar en el país y en el mercado laboral (uhhh qué osadía): o elijo estar relacionada con formación o con sanidad…y por supuesto, y debido a mi cargo de respondable, siempre dentro del cargo de responsable de la sección femenina de la empresa.

Y así ha sido: responsable del area de conocimiento de la sección femenina.

Mi duda, ¿Cuándo me tenga que comunicar con “la sección masculina”, tendrá que ser por medio de una ventana tipo gasolinera de después de las 24:00h?

En fín, esta parte ya os la contaré más adelante.

Por el momento, escribo esto desde el sofá de mi casa en mi Cartagena natal, tomando un licor, y escuchando música mientras saboreo un cigarro (todo prohibido allí donde vamos….) .

Tengo mil ideas en la cabeza sobre el estilo de vida que allí nos depara, pero, creo que prefiero quejarme más adelante….cuando realmente tenga fundamento y conocimiento.

Estoy deseando entender porqué si el trato que tienen denigrante hacia la mujer, fuera hacia una raza, ¿la negra?, las Naciones Unidas se echarían a la calle…pero siendo la mujer….no. Bueno, bueno, que me enzarzo y ya os digo que prefiero esperar a entender un poco más todo. De momento, estoy leyendo el Corán…a ver si me aclara algo!

Sé que lo vamos a pasar bien, se que va a ser una experiencia inigualable, sé que no vamos a morir allí, y sé que sólo me imaginaba viviendo esto, acompañada por el mejor de los aventureros posibles en la faz de la tierra: La otra mitad de este blog, Antonio.

Sé que vamos a echar de menos a nuestros amigos, a familia y ellos a nosotros, pero sobre todo mis padres, sé que van a ser capaces de ver más allá de los km que nos separan y van entender esto como una oportunidad para mi y si ellos quieren para ellos.

....Nos vemos ¿en los bares?

¿como nos vimos involucrados en esta aventura?

Antonio:


Toda mi vida soñé con trabajar y vivir en el extranjero.
Me encanta viajar, conocer, y sobre todo integrarme allá donde voy.
Pero nunca pensé que mi oportunidad llegaría ahora, y a un país en el ..otro mundo.

Como muchas veces, es el trabajo el que nos arrastra.
Aquí en España, en mi trabajo, las cosas no van bien. Estaba obligado a dar un salto. Y pronto.
En Europa en general las cosas no van bien. Las oportunidades no abundan, y los salarios han caído muchísimo.
Me refiero a los salarios en el sector privado. A los salarios de los directivos.
Los funcionarios ven una aberración que les bajen el sueldo un 5%.
Para cualquiera es un palo perder un 30, un 40 o un 50% del salario. Y eso es lo que está ocurriendo con los directivos en Europa.
Si, puedo seguir teniendo un buen sueldo, pero difícilmente el que tenía. Y como todo el mundo, mientras las cosas iban bien, nos hemos subido en un montón de obligaciones como la hipoteca y algunas otras.
Además mis hijas comienzan ahora la Universidad, y son muy buenas estudiantes, y sobre todo personas.
Tienes la obligación de poner a su alcance lo máximo de lo que puedan aprovecharse en su formación, porque además, ellas se van a enfrentar a un mundo profesional, y social, seguramente incluso más difícil que el que hoy tenemos.

Total, que hay que apostar.

Pero para mí no es un trauma la emigración. Es un proceso natural, y por mi deseado toda mi vida.
Pero efectivamente, para irte, dejas muchas cosas atrás. Y no es del todo fácil. Aunque si ilusionante.

En fin, que buscando buscando, tropecé con la oportunidad de ir a trabajar a Riyadh (Riad para los amigos), capital del Vaticano musulmán, Arabia Saudí. País dirigido por el Custodio de los Santos Lugares del Islam, el Rey Abdullah.

Mis sueños se me ponían a la mano. Pero aún había dos dificultades. Una el país de destino. La otra mi amor.

Arabia Saudí no es el país más cómodo del mundo, ni más apetecible para un occidental. Y no quiero decir occidental en la forma de vestir, divertirte, beber,... Sino occidental en la forma de pensar. Aquello es una cárcel intelectual para nosotros. Y yo no me siento un masoquista.

La otra dificultad, el amor.
Resulta que esta oportunidad me coge completamente enamorado. Enamorado de alguien que no estoy dispuesto a dejar atrás.
Entonces tenía dos opciones: o Helena me acompañaba, o me quedaba aquí.

Hablando hablando, resultó que se podía plantear también una oportunidad de trabajo para ella. Y una buena oportunidad. Tanto como lo significaba para mí.

Hemos hablado mucho. La oportunidad profesional es magnífica. Pero a nivel personal, irnos allí va a suponer sacrificios para ambos, y sobre todo para ella.
Para la mujer, Arabia es “especial”. Empezando por dos cosas: no podrá conducir, y ha de ir vestida de negro de arriba abajo, permanentemente.

Ella es valiente. Y además joven.
Tres años no son nada en su vida, y esta oportunidad le coge en una muy buena edad.
Cuando volvamos, ambos tendremos una experiencia internacional, y en una zona del mundo difícil, pero en auge, que nos potenciará mucho a los dos.
Y personalmente será no siempre fácil, pero nos enriquecerá.
O al menos así lo vemos, y nos vamos.

Bueno, dije antes lo de conducir y lo de vestir de negro. Pero hay una cosa mucho más divertida: tenemos que casarnos para poder ir juntos.
No pensábamos hacerlo. De hecho, vivimos en un país “occidental” donde hacerlo o no es absolutamente indiferente.
Pero en Arabia para que una mujer pueda ir acompañada de un hombre, éste ha de ser su padre, su hermano o su marido. Y así ha de ser para vivir bajo el mismo techo.
Divertido, ¿verdad?.

Pero los dos coincidimos respecto a esto en dos cosas: un trámite mas no nos va a limitar en una buena oportunidad profesional; y nos amamos. No nos importa demasiado casarnos.
Y allá vamos. El 8 de Agosto cerré en Riyadh el contrato, el 8 de octubre nos casamos, y el 15 nos vamos al otro mundo.
Y más felices que unas pascuas.

Solo un pequeño comentario más para esta primera entrada inaugural de un blog que intentaremos entre los dos hacer ameno e interesante.
Antes de ir a Riyadh por primera vez, hace unas semanas, leí que ya se habla de la sucesión del Rey actual. Y yo pensé que bueno, si accedía al trono un rey más moderno las cosas irían cambiando.
Después de dos días allí, pienso que si llega un rey más moderno y trata de cambiar algo, lo capan.
Su cultura empapa toda la sociedad. Creo que necesitan 500 años más para cambiar.
Pero tampoco vamos nosotros allí con la intención de cambiar nada.
Iremos, nos adaptaremos, nos integraremos, respetaremos, trabajaremos y seremos remunerados por ello. Y nos abrirán un mundo profesional y personal mucho más ancho del que teníamos. Así que se lo agradeceremos.
Y aprenderemos a destilar alcohol en casa, y montón de cosas más.

Solo me voy con una preocupación. Que Helena se sienta bien.
Y con un lamento. A mis hijas las voy a ver poco.

Para mi primera entrada va bien con lo dicho. Seguiremos en contacto.

Seguidnos en este blog. Os informaremos, os contaremos y os divertiréis.

Antonio
El aventurero