martes, 16 de noviembre de 2010

Du yu espik inglis en Arabia

Empecé a estudiar inglés muy tarde, a los 35 años. Pero desde entonces he dedicado mucho, mucho tiempo a tratar de defenderme con él.
Busqué profesores nativos, fui a Inglaterra a un par de cursos, y mucho esfuerzo personal.
Mi gran logro es que para que me contrataran en Arabia, tuve una entrevista final con el Consejero Delegado de nuestro socio árabe, que resulta ser un sudafricano con pasaporte italiano. Es decir, nativo en inglés. Y después de dos horas a solas, bingo: me contratan….YA PUEDO DECIR QUE SE INGLES!!!!!!!!!!!
Y una leche!.
El 80% de la gente con la que me he relacionado, y así va a seguir siendo, son indios (de la India. Aunque por lo que hablan bien podían ser de los otros).
La proporción de indios entre los mandos intermedios, y algunos altos, en todas las empresas, y personal de hoteles, es de más del 60-70%.
Que habla esta gente? Qué idioma les han dicho que era lo que aprendían? No entiendo nada. Es como si tuvieran una caca en la boca y trataran de hablar Sanscrito.
Quien va diciendo por ahí que los españoles somos malos para los idiomas? Pues tela con estos.
Y yo a Inglaterra a estudiar!. Iluso. El próximo tengo que hacerlo en la India.
Es que no entiendo ni cuando me piden si quiero un café. Espero que solo sea cosa de unas semanas.
Lo mejor, es que ellos se creen que hablan inglés.
Realmente es una aventura moverse por el mundo. Y si miras el mundo con los ojos abiertos, a pesar de los ratos de calamidades, es una maravilla.
Antonio el poliglota

Comer en Arabia

La comida, si no tienes acidez ni ningún problema de estomago, está bien. La cocina árabe es muyyyyyyyy diversa. Y además encuentras cualquier tipo de comida asiática, con lo que la diversidad aumenta mucho más. Y como no, la basura americana y asiática.
Ningún plato es soso, salvo el arroz blanco que te ponen muchísimo.
Y además todo lo relacionado con comida en restaurantes es bastante más barato que en España.
Tres Mc menús completos, con patatas fritas y Coca Cola, 9 euros. Es decir, a 3 euros/u.
Un buffet libre en un hotel de 5 estrellas: 20 euros.
Un primero, segundo, tercero y postre en un restaurante de carretera: 3,5 euros.
Bueno, lo de la carretera lo he llamado restaurante por ser condescendiente. Suele haber caca que no se si el carbono 14 podría datar. Los “lavabos”, una vez que saca los pies el que va delante, son un vomitorio. (al wc no entré). Los indígenas, todos descalzos, comiendo encima de las alfombras que rodean el interior del lugar (Dios, como están las alfombras?). Y menos mal que dios nos dio el dedo índice para señalar, porque has dicho spik inglis? Tararí.
Por supuesto ninguno nos atrevemos con nada guisado, y con caldo, y pedimos “pollo barbaquiu”.
Nos ponen el barbaquiu encima de un montón de arroz blanco, y una bandeja de pan árabe (que a mí me encanta). Y yo esperando los cubiertos. Ja!
Y los otros españoles que me acompañaban riéndose. Si, si, cubiertos. Estos amigos son especialistas que vienen a colaborar en el proyecto que estamos ejecutando y ya llevan por casa-dios unas semanas.
Así que allá donde fueres, haz lo que vieres, y coges un trozo de pan, tipo pita, se lo tiras encima, y a tratar de arrancarle un pedazo al pollo de las narices. Y como no puedes, pues con la mano a pelo.  Y que gusto chuperretearse los dedos. Y nada, después de comer, otra vez al “lavabo”. Y me pregunto, tendré que lavarme los pies después de comer? O es solo antes?
En fin, una vez que pasa por el fuego, todo se desinfecta (hablo del pollo).
Pero en la capital, lógicamente, no hay problemas.
Y por decir algo más sobre precios, una lechuga iceberg en un supermercado cuesta 5 euracos. De ahí que la agricultura tenga futuro por estos lares.
PD: ayer me tome un bocata en “pan’s and company”. Rico, rico.
Y tambien es verdad que en una semana he perdido 2 kg y medio, y no he hecho duro desde que llegué.
Antonio el valiente

Orientarse en Arabia

Orientarse? Y eso que es?
Es verdad que las arterias principales de la ciudad, y algunas señales en las carreteras están en cristiano, pero el 90% están en árabe. Y a mí el dibujo se me daba fatal.
Ni puñetera idea de donde estoy. Cierto es que nadie aparece en el periódico porque se haya muerto mientras buscaba una calle. Pero tela. Ya os contare dentro de unos meses, pero por ahora cuento mis primeras excursiones solo.
Allá voy yo a comprarme un navegador, y lo primero que constatas es que no venden en ningún sitio, que ningun coche lo lleva. Te cuesta remover cielo y tierra para encontrar un gran almacén donde tienen dos modelos de “Garmin”.
Me cago en la madre que parió a Garmin.
El primer día solo, un compañero me lleva a donde estamos ejecutando nuestro primer proyecto a 150 km de la capital; yo siguiendo su coche. Y hasta ahí, bien. Llegamos. (El sabia donde iba).
Cuando voy a grabar el lugar en el navegador, no tiene batería (aunque lo había dejado toda la noche cargando). Otra vez remueve lo que no está escrito para encontrar un cable apropiado para la pared y el aparato. Y esto donde Cristo perdió el gorro.
Pero toma!, en la gasolinera a 1 km, hay un almacén, que no es chino, en el que tienen de todo. Y encuentro el cable. Y cargo el parato.
Todo contento para volver, ya solo, el navegador no indica nada. Ni las carreteras del mapa coinciden con lo que yo veo, ni indica dirección alguna, ni nada. Total que me pierdo a 20 km de la finca, en “Al Kharj”. Y empieza a preguntar.
En la capital (en el centro) realmente muchísima gente se maneja en inglés, cualquier dependiente, y casi cualquiera en la calle.
Sabéis cuanta gente habla inglés en Al Kharj?
Sabéis cuanta gente habla inglés en las afueras de la capital, incluyendo taxistas?
Si os digo que tarde cuatro horas y media para un viaje de una y media, lo adivináis?
Pues eso. Que agobio. Que desesperación. Que sensación. Que emoción ver el hotel y besar el suelo.
A puntico de ser el primero que sale en los periódicos por morir en mitad de la calle mientras intentaba encontrar su hotel.
Las señales en árabe. Nadie me entendía nada. Yo no entendía nada. Y yo sin saber que estrella seguir para orientarme.
Y respecto a los números, todos pensábamos que los que nosotros utilizamos los trajeron los árabes, que sustituyeron a los romanos.
Y entonces de donde narices han sacado estos que usan aquí? Son garabatos.
Por suerte, el primer día ya vi el percal, y me percate de que las matriculas llevan los números duplicados, en cristiano y en no sé qué. Así que taxi para allá, taxi para acá, me aprendí en un ratico los garabatos, y ese tema ya lo domino. Incluso los escribo, y leo de cuánto son los billetes al tirón.
Lo más importante de todo esto, aparte la anécdota, es que es muy conveniente, si no eres sirviente en un hotel, aprender algo de árabe. Por lo menos para preguntar y entender respuesta simples, y poder leer los nombres de las malditas calles o carreteras.
Así que en cuanto llegue mi amor desde España, nos pondremos a ello.
Antonio el deseperado

Excursión con un coche de 11l /100 km de consumo

Don’t worry!
Be happy!
-…Por favor, chico, llena el depósito. De la mas cara. (Lo de “por favor” es porque somos occidentales, y mejor no perder las buenas costumbres).
66 litros, y le quedaba un cuarto de depósito! …pedazo depósito lleva esto!
-Cuanto se debe? Buen hombre.
-40 saudís Riyads
Tiro de calculadora y “7,7  euros”. Toma ya. Estoy por beberme la gasolina para echarle otra vez y disfrutar.
Aquí apenas existe el diesel. La gasolina de 91 octanos a 0,45 SR (Saudí Riyads), es decir a “8,5 cts de euro/litro”. Y la de 95 octanos a 0,60 SR = 11,5 cts de euro/l. Guay, ennhhhh?
Y porqué aquí de 91 y 95 octanos en lugar de 95 y 98?. Quién sabe? Aquí todo es diferente. Esto no es otro mundo. Es el otro mundo.
Antonio el aventurero

Conducir en Riyadh

Todos hemos oído hablar de cómo conducen en Italia, en Marruecos, en Egipto…
Bueno yo no he estado en Egipto, pero añadir Arabia.
Los carriles que marcan en las avenidas son solo una orientación. Es decir, si hay tres carriles caben como unos cinco coches. Pues ellos aprovechan el arcén y meten seis. Conducen a milímetros unos de otros. Te pasan por todos lados. Continuamente te van pitando para pasarte aunque sea físicamente imposible.
El tráfico es horrible. Reíros de Madrid, Barcelona o Paris. Ayer fui a coger un taxi, y como me sabía algo del tema, anduve por lo menos dos km, más rápido que los taxis, para ahorrarme media hora de taxi. Eso sí, los taxis son baratos. Por 5 euros te cruzas la ciudad de punta a punta, incluyendo 40  minutos de atasco en que no avanzas nada.
Y hablando de conducir, el jueves 11 me entregaron el coche que voy a utilizar aquí. Pase un mensaje al facebook de mis amigos diciéndoselo, y de risas comenté que a ver cuánto tardaban en rallármelo. Pues bien, 28 horas después, el día 12, tuve mi primer accidente en Riyadh, por suerte sin heridos humanos.
Solo a un extranjero aquí se le ocurre pararse en un semáforo cuando está en ámbar. Claro que depende de a que extranjero. Porque al filipino sin carnet que venía detrás ni se le ocurrió. Total que se empotro debajo. Suerte que llevo el coche insignia del país: un Toyota bien grandote, y este ni se enteró. Pero el probrecico del filipino se quedo sin Hyundai; bueno la compañía de alquiler.
Qué número! Había leído y sido aconsejado, de que si tienes un accidente ni se te ocurra mover el coche, se quede como se quede. Y el pobre filipino también. Total, que dejamos los dos coches en el carril central de una avenida de tres carriles (léase 5 coches y pico a lo ancho) donde la genta pasaba a mas de 100 km/hora.
Mi compañero José María, literalmente estaba acojonado de donde nos habíamos quedado y no sabía dónde meterse. Al filipino no se ocurre otra cosa que dejar la familia dentro, con el peligro inminente de que se empotraran siete coches más por detrás. Me costó media hora que sacara a la familia.
Bueno y nos ponemos a “intentar” llamar a la policía (al 993). Comunicando más de media hora. Cuando al final conseguimos hablar con ellos nos dicen “coming in”, osease: vamos. Lo mismo nos dijeron 15 minutos después. Y lo mismo otros 15 minutos después.
No paso por la zona ni un solo coche de policía, en el centro de Riyadh. Bueno, miento, paso uno pero se hizo el longuis. Era ya tarde para tener que trabajar.
Por cierto que hago un inciso. Este es un país de los que llamaríamos bastante seguro. En materia de delitos o atentados.
Pues no sé como lo hacen porque apenas se ve policía.
Volviendo al tema, a la hora del accidente (allí todos asustados escondiéndonos detrás de los semáforos) llegó el hermano del filipino. Y ya con él, a la hora y media más o menos negociamos marcharnos los dos. Total, él no tenía nada que hacer. Y nos marchamos.
Que rato! Tres días en Riyadh y esperando a la policía: Hablaran inglés? Como nos trataran? Dormiremos en comisaria?
Y yo como documentos del coche con un papelote firmado y sellado por la empresa por todas señas. Claro con estos pensamientos me digo, pues llamo a la embajada, a lo mejor tienen un servicio de emergencias (eran las 10 de la noche). Pues si, a lo mejor. Pero no.
Y mi compañero resulta que de pronto se acuerda de que lleva el teléfono de “emergencias” del ministerio de Asuntos Exteriores para cuestiones consulares, es decir, españoles en apuros en el extranjero. Llamo emocionado, y …. un contestador. Toma ya. Aun así dejo un recado pensando que por lo menos por la mañana me sacarían de chirona. Os han llamado a vosotros? Pues a mí no.
Por cierto, que pasa en España si hay un accidente? Cuanta gente se congrega? Pues aquí ni Dios. Ni el más mínimo caso. Como el que oye llover. Si hay muertos que los entierren.
Antonio

YA ESTOY EN RIYADH

Aunque he de decir que sin mi media naranja, o debería decir sin mi corazón.
El asunto del papeleo aquí es complicado. Finalmente he venido a los tres meses de que aceptasen mi candidatura en el trabajo, y todavía no tengo mi visado definitivo. He tenido que venir con un visado de visita.
No digamos la dificultad para una mujer de entrar aquí, con lo que Helenica se ha tenido que quedar todavía una temporada más en España.
Hago esta entrada a una semana ya de haber llegado aquí (llegue el 7 de noviembre), y la verdad es que ya es tarde. Me han pasado tantas cosas que me temo que ahora las relatare un poco desordenadas y seguro que se me olvida alguna. (Perdonad también la falta de algún acento, pero lo que no haga el corrector solo yo no puedo hacerlo. (Tampoco tengo acentos en el teclaco ni "ñ").
Helenica me acompañó al aeropuerto, y aquí podéis ver los 67 kg mínimos de equipaje para un emigrante.
El viaje fue bien y aterrice en Riyadh vía Amman. Me acompañaba mi compañero José María que ha estado conmigo los primeros 5 días. Cosa que se agradece.
Lo primero que hice al presentarme en la empresa al siguiente día (el de mi cumpleaños) fue preguntar por como iba mi contrato y visado definitivo. Respuesta: para que lo quieres, si ya estás aquí trabajando? Contra respuesta: hombre!, no puedo abrir una cuenta bancaria, y no puedo buscar casa. Respuesta: aahhhhh!!! Pues en cuanto volvamos de las vacaciones lo ponemos en marcha y en pocos días lo tienes.
Las vacaciones son la Fiesta de la Peregrinación, que este año son del 11 al 19 de noviembre, y son muy equivalentes a nuestra navidad. Imaginaros cualquier trámite en un ministerio español en navidad. Pues eso.
Otro problema es que mientras yo no tenga permiso definitivo no puedo reclamar a Helena, vía alternativa a la de que la contraten directamente que es bastante largo, para la gente de aquí. Eso sí, preguntes lo que preguntes siempre te responde “mu fin musilla” = “no hay problema”.
El problema con todo esto y mucho más, no es ya solo la burocracia del país, sino la gana de trabajar del personal saudí. Y resulta que el Responsable de todo esto es saudí. En toda la empresa no habrá más de unos poquitos saudíes, hay gente de un montón de países, pero mira, este es saudí, y tela con los saudíes trabajando. Resultado, el día 19 tengo una reunión con el jefe máximo de la empresa para empujar.

Ya había visitado Riyadh en dos ocasiones, y en consecuencia ya me había llevado el shock, sobre todo del trato a las mujeres.
En los restaurantes hay zonas de familias, y de “singles”. En los de tipo McDonald, hay un biombo para separar las mujeres de los hombres al pedir. El 90% solo llevan visible los ojos. No pueden hablar con hombres, salvo con su marido, hermano o hijo, o si el marido le da permiso. Y ya sabéis que no pueden conducir.
No consigo entender como es este el único país con estas condiciones.
Me da un poco de miedo por Helena. Aunque en su momento lo analizamos, va a ser duro. Pero lo superaremos juntos.
Antonio