Realmente impresiona el nivel de agasajo al que te someten esta cultura, cuando te consideran su invitado. Son capaces de hacer 800km en un dia, toda la familia, para llevarte a conocer algo que ellos valoran. Llegan al detalle de traerte una bandeja de comida preparada para que pudieramos picar en nuestro coche. Estan continuamente pendientes de ti, y no te dejan pagar nada. Incluso el hotel de 5*. Cuando echas mano al bolsillo, con mirada desafiante te conestan “No, you are my guest”.
Esta entrada es cortita, pero queríamos hacerla como tributo a nuestros anfitriones kurdos/saudíes.
(No añadimos foto por no invadir su intimidad)
Antonio y Elena, los guest
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