Festival Cutural de Jenadriyah

La semana pasada estuvimos en el famosisimo por estos lares Festival Cultural de Jenadriyah.

Se trata de una feria donde se exponen costumbres ancestrales de las distintas regiones de Arabia. El alarde de recursos es importante: un recinto mastodóntico, enorme, con kilómetros y kilómetros cuadrados, y con areas que definen las distintas regiones. Estéticamente es bonito.

Pero como feria cultural que es, efectivamente recoge la cultura del país, y la presencia gubernamental e institucional llega a la sobredosis. Cada ministerio, cada agencia gubernamental, tiene su “caseta”, que suele ser una gran edificación.

Pudimos apreciar eso si, muestras artesanales, con los artesanos trabajando, muy interesante. Pesacadores arreglando sus redes, panaderos haciendo pan, confiteros con sus dulces, libreros encuadernando libros a mano,…

Probar el pan nos costo media hora de lucha, pero que te den una tortita de pan integral liada en un periódico del dia mereció la pena. La verdad es que estaba bueno y la hora apretaba ya el estomago.

Tuvimos la oportunidad también de ver un grupo de hombres bailando (lo que aquí creen que es bailar) y cantando. Cosa sorprendente. De hecho unos días mas tarde nos comentaron que la Mutawa, policía religiosa, se había pasado por el recinto y obligo a parar los bailes.

Curioso fue encontrarnos con una gran caseta dedicada a “Human Rights Commission”, donde el slogan principal rezaba “ el respeto de los derechos humanos es cumplir con los principios del Coran”.

Al salir de la caseta “de los derecho humanos” nos encontramos con un grupo de mujeres apinadas alrededor de una puerta y nos preguntamos que hacían. Al final lo averiguamos. Estaban esperando para ser encerradas en una habitación solo para mujeres, donde podían apreciar a otra mujer bailando, ya que asistir al espectáculo de hombres bailando les esta vedado. Y por supuesto lo de bailar pegados, para Sergio Dalma. Al fin y al cabo se trata de un festival “cultural” en el que se manifiesta “su” cultura.

Como muestra de su cultura es también que de los quince días que dura el festival, una tarde esta abierto el recinto solo para mujeres, y tres tardes para familias, es decir, pueden ir hombres acompañados de las mujeres de su familia, y viceversa. Cultura 100%.

Pero lo mas destacado, una vez mas, es la amabilidad y hospitalidad con que nos trataban en cualquier sitio que entrabamos. Es admirable y de agradecer. Muestran siempre un cariño extraordinario. Supongo que con todo el mundo, pero a nosotros, de los poquitos occidentales que se encontraban en el recinto donde habría decenas de miles de personas, nos trataban, en todos sitios, como a reyes. Y lo mejor es que sientes que la simpatía y la hospitalidad es totalmente sincera. No comercial. Y nos gustaría reconocer y agradecer esto públicamente.

                                                                                              Elena y Antonio, los Occidentales