Orientarse? Y eso que es?
Es verdad que las arterias principales de la ciudad, y algunas señales en las carreteras están en cristiano, pero el 90% están en árabe. Y a mí el dibujo se me daba fatal.
Ni puñetera idea de donde estoy. Cierto es que nadie aparece en el periódico porque se haya muerto mientras buscaba una calle. Pero tela. Ya os contare dentro de unos meses, pero por ahora cuento mis primeras excursiones solo.
Allá voy yo a comprarme un navegador, y lo primero que constatas es que no venden en ningún sitio, que ningun coche lo lleva. Te cuesta remover cielo y tierra para encontrar un gran almacén donde tienen dos modelos de “Garmin”.
Me cago en la madre que parió a Garmin.
El primer día solo, un compañero me lleva a donde estamos ejecutando nuestro primer proyecto a 150 km de la capital; yo siguiendo su coche. Y hasta ahí, bien. Llegamos. (El sabia donde iba).
Cuando voy a grabar el lugar en el navegador, no tiene batería (aunque lo había dejado toda la noche cargando). Otra vez remueve lo que no está escrito para encontrar un cable apropiado para la pared y el aparato. Y esto donde Cristo perdió el gorro.
Pero toma!, en la gasolinera a 1 km, hay un almacén, que no es chino, en el que tienen de todo. Y encuentro el cable. Y cargo el parato.
Todo contento para volver, ya solo, el navegador no indica nada. Ni las carreteras del mapa coinciden con lo que yo veo, ni indica dirección alguna, ni nada. Total que me pierdo a 20 km de la finca, en “Al Kharj”. Y empieza a preguntar.
En la capital (en el centro) realmente muchísima gente se maneja en inglés, cualquier dependiente, y casi cualquiera en la calle.
Sabéis cuanta gente habla inglés en Al Kharj?
Sabéis cuanta gente habla inglés en las afueras de la capital, incluyendo taxistas?
Si os digo que tarde cuatro horas y media para un viaje de una y media, lo adivináis?
Pues eso. Que agobio. Que desesperación. Que sensación. Que emoción ver el hotel y besar el suelo.
A puntico de ser el primero que sale en los periódicos por morir en mitad de la calle mientras intentaba encontrar su hotel.
Las señales en árabe. Nadie me entendía nada. Yo no entendía nada. Y yo sin saber que estrella seguir para orientarme.
Y respecto a los números, todos pensábamos que los que nosotros utilizamos los trajeron los árabes, que sustituyeron a los romanos.
Y entonces de donde narices han sacado estos que usan aquí? Son garabatos.
Por suerte, el primer día ya vi el percal, y me percate de que las matriculas llevan los números duplicados, en cristiano y en no sé qué. Así que taxi para allá, taxi para acá, me aprendí en un ratico los garabatos, y ese tema ya lo domino. Incluso los escribo, y leo de cuánto son los billetes al tirón.
Lo más importante de todo esto, aparte la anécdota, es que es muy conveniente, si no eres sirviente en un hotel, aprender algo de árabe. Por lo menos para preguntar y entender respuesta simples, y poder leer los nombres de las malditas calles o carreteras.
Así que en cuanto llegue mi amor desde España, nos pondremos a ello.
Antonio el deseperado
Cuando viajas por el sur de Marruecos tienes la misma sensación de desesperación, si no sabes francés. Salir de un pueblo en el transporte adecuado en la dirección adecuada tú solito ... vaya tela.
ResponderEliminarNo te sietnas solo porque yo te comrpendo, Antonio.
Jorge